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Juan Esteban Rengifo

Cineasta

Esteban Rengifo, en busca de la dignificación del cine en el Cauca.

“Digo lo que pienso y pienso lo que digo”. Quizá una frase corta pero contundente, que destacaba en la sección de información de una persona a quien en las próximas semanas le estaría escribiendo una semblanza.

En busca de averiguar quién era este personaje en particular, indagué por diferentes plataformas y redes sociales hasta que llegué a su perfil de Facebook. Tenía la certeza que ahí podría conocer de primera mano quién era y a qué se dedicaba. No fue del todo erróneo, ahí resaltaba la sección de “información”, donde él colocaba datos muy importantes como que es padre de una niña llamada Guadalupe y que a su vez comparte su vida con Beatriz. Pero que esta frase hiciera parte relevante de su información, me llevó a entrar en cierto recelo sin conocerlo. 

Anteriormente, y sin antes saber que mi próximo tema a escribir sería sobre él, una persona en medio de una conversación dijo que era un ser muy difícil de tratar, pues su carácter era fuerte y no se podía entablar una conversación. Al leer esa frase, recordé esas palabras y para mí en ese momento, aquello que acababa de leer reforzaba la opinión sobre aquel sujeto y cometí el error de estar de acuerdo sin tener un criterio propio con alguien que posiblemente se hubiera llevado una mala experiencia. 

Pero como todo, en medio de la realización de este trabajo, tuve la oportunidad de conocerlo, aunque inicialmente yo no quería realizar esta entrevista por las razones mencionadas. Mi forma de verlo cambió drásticamente, pues ahora sería yo, quien descubriría un poco de su vida personal y laboral bajo estos criterios podría hablar un poco sobre quién es Juan Esteban Rengifo Carvajal.

Contactarlo por cuenta propia fue un tanto difícil, pero recurrí a la ayuda de una amiga que está involucrada en el medio de comunicaciones y con una sola llamada que ella realizó se acordó una hora, lugar y día, donde yo por fin podría conocerlo.

Las cuatro de de la tarde del día miércoles 19 de octubre de 2022, era la hora acordada del encuentro en el Claustro de Santo Domingo, observo desde el segundo piso entrar por la puerta principal a un señor de jean, camisa blanca y un gabán negro mientras analizaba sus movimientos veo como saca su celular del bolsillo, escribe un texto y a mí me llega una notificación al WhatsApp que dice “Estoy en la entrada”. Bajo de inmediato con un compañero de clase, pues no me sentía preparada para asistir sola a la conversación.

Cuando por fin lo encuentro, me acerco, le doy la mano y me presento, con una sonrisa amable me saluda. En ese momento, se empezaron a alejar mis miedos, pues no era tan antipático como pensaba. Encontramos el lugar perfecto para charlar y noto que tiene un buen sentido del humor, cada instante decía un pequeño chiste que poco a poco iba rompiendo la tensión, además de brindarnos consejos sobre cómo detectar daños en los micrófonos.
 

Entrando en materia, por medio de este escrito les presento a Juan Esteban Rengifo, trabajador social, director general de ANAFE (Asociación Nacional de Festivales, Muestras y Eventos Cinematográficos y Audiovisuales de Colombia) y director del Festival de Cine Corto Popayán. Si, él es la persona responsable de que desde hace 14 años podamos disfrutar de cine en la ciudad y que varias personas dedicadas a la realización visual en Colombia tengan un espacio para mostrar sus productos resultado de su esfuerzo y dedicación. La magia del cine siempre le llamó la atención en su niñez, lo que se producía y las posibilidades imaginativas, creativas que se concretaban en la cinematografía.

Proveniente de Medellín Juan Esteban llegó a Popayán dice él que se vino enamorado de Beatriz Mera, quien fue y ha sido su apoyo fuerte y grande durante todo su camino. Junto a ella y sus compañeros de ciencia política, en el Claustro de Santo Domingo en el año 2003, empezaron el cineclub La Tuátara, que posteriormente se convirtió en  organización a la cual denominaron “Fundación cultural La Tuátara” donde formaron público y realizadores audiovisuales. Esto les permitió acercarse durante 15 años a la cinematografía en diferentes aspectos, pero principalmente educando el ojo llegando a ver casi 1000 películas que los llevó a obtener una conciencia clara de la cinematografía a nivel nacional y mundial.

Actualmente Juan Esteban se considera una persona amante del cine oriental, pues directores como Kim-Ki-duk o Yasujiro Ozu con su película muda “He nacido, pero…” son su mayor referente. Expresa que le gusta el cine construido desde su lenguaje, el cine que cuenta las experiencias humanas. Aunque en su labor como productor no tiene una sola temática en cuanto a la realización de películas.

Él nunca ha replanteado su amor por el cine, aunque no niega que es un camino difícil y sin garantías, porque producir en el departamento del Cauca es complejo, ya que no hay una industria, reconocimiento, ni política pública clara que fortalezca la producción cinematográfica. 

Producir películas es costoso, por equipos y personal entonces no ha podido producir más de lo que ha hecho. Aunque resalta que, cada vez se fortalece más la industria cinematográfica, cada día hay más personas formadas y capacitadas. Por eso es un placer que le alegra y le interesa seguir navegando esa vida que lo hace feliz. 

Karen Burbano quien ha visto de cerca su trabajó durante varios años, dice que es una persona muy resiliente que a través de los años ha trabajado por el fortalecimiento del sector cultural especialmente cinematográfico. Sin duda una de las personas que más sabe sobre cine corto colombiano. Un crítico y curador bastante particular, interesado siempre por reconocer el trabajo de los realizadores jóvenes y abrirles camino en el festival.

Se preguntarán en cuál festival, aunque ya se mencionó unos párrafos atrás, él hace 14 años formó el Festival de Cine Corto, que quienes vivimos en Popayán y también nos deleitamos por el cine. Esta es una de las semanas más esperadas, pues en cinco días observamos cine documental, experimental, de animación, entre otros. 

Quizá, así como yo me lo pregunté, ustedes también. ¿Por qué alguien de Medellín formaría un festival de cine en Popayán y no allá? La respuesta, me dejó reflexiva. Esteban expresa que “Popayán tiene más ventajas que ciudades más grandes los grandes festivales se hacen en ciudades más pequeñas como en Venecia, porque son ciudades más posibles, ya que hay una cercanía para el traslado de un lugar a otro y que cualquier evento que surja es visible para todas las personas, mientras que en las grandes ciudades es más difícil lograr una identidad, y si se realizará allá sería algo muy pequeño”.

Esto es totalmente cierto, por eso es importante fomentar el apoyo a estos espacios y empieza por nosotros mismos asistiendo a este tipo de eventos. Camila Vivas, quien lo conoce hace 12 años e hizo parte del festival de cine corto, fue alumna de uno de sus talleres que la ayudaron a formarse como realizadora audiovisual ella lo describe como una persona muy activa, que abre espacios y encuentros para que todos puedan acercarse al cine, un gestor que busca fortalecer la parte cultural en cuanto a la cinematografía en Popayán.

Sofía Cerón, quien trabajó con él en el cortometraje de “Cuando llovía” junto a Jenifer Ramírez, dice que, ahí pudo conocer su faceta como papá llevaba a su hija a los rodajes, a ver el festival, inculcándole y transmitiéndole esa pasión por el cine. 

Justo ahí al lado de su hija Guadalupe, se conoce la otra faceta de Juan Esteban, ese ser sensible e inteligente, cortés, amable y que vive para dignificar la cultura cineasta del Cauca. 

A modo de reflexión, así como mencionaba en un inicio mi forma de verlo cambió drásticamente ahora que pude conocerlo mejor, me volví admiradora de su trabajo y de su lucha constante por fomentar el cine en la región.

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