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Gerardo Ovidio Ordóñez

Melomano

El Legado de don Ovidio "El Compay"

Los fines de semana Gerardo Ovidio Ordóñez Carrera viste de pantalón bota campana, zapatos blancos, camisas coloridas, sombrero pintado y la mejor actitud para recibir a los visitantes que llegan a New York. Así es el “compay” como regularmente lo conocen. Sin embargo, el resto de la semana cambia sus atuendos por pantalonetas, medias, sombrero y botas pantaneras o chanclas, pero lo que no cambia es su personalidad, siempre alegre, atenta, forma, carismática y sociable.

Dichas cualidades lo han acompañado en su vida laboral y familiar, ganándose todo el cariño de las personas que lo rodean, especialmente las que visitan la discoteca New York, a las que Ovidio considera como una familia, puesto que muchos de ellos van a conocer y se convierten casi que en inquilinos del negocio que lleva manejando más de 30 años, uno de los casos es el de Huber López, quien manifiesta que “tiene una personalidad muy extrovertida, es muy alegre, siempre atento y dispuesto a resolverle a uno todas las dudas que tenga, especialmente sobre la discoteca, además es un apasionado por las bicis y por eso siempre tiene abiertas las puertas a todos los ciclistas”.

Ovidio nació el 11 de agosto de 1957 en Popayán, Cauca, él cree que esa personalidad la heredó de su madre, a quien desde los seis años ayudó a recoger envases vacíos para ganarse unos centavos, mientras ella se dedicaba a la venta de empanadas. Esa cercanía con ella y la música lo llevó a querer continuar con el legado de la que es considerada la discoteca más antigua de Colombia y uno de los diez sitios turísticos de Popayán, posicionamiento que fue posible al ambiente salsero impregnando en cada esquina, cada pared y cada vinilo. Para el Compay, es importante mantener vivas las tradiciones, que no solo se queden en la memoria, sino que se puedan palpar; Este pensamiento lo ha llevado a conservar y exhibir el triciclo con el que jugaba en su niñez y el traje de la primera comunión. Así mismo, guarda todos los regalos hechos por familiares y amigos, artefactos perfectos para decorar New York. 

Ese ambiente particular, que sumado a la ruralidad de Pueblillo, barrio de Popayán en donde está ubicada, le han dado el reconocimiento con el que hoy goza, esto también ha permitido que haya sido parte de documentales como “La pasión es salsa” y “Salsa de barrio”, series televisivas como “Historia, poder y violencia” y un sinfín de entrevistas radiales, audiovisuales contando sobre su vida y la trayectoria de New York, por lo cual ha podido viajar a diferentes ciudades de Colombia. 

Sin embargo, a pesar de la fama que ha adquirido, sigue siendo un hombre sencillo y humilde, que no le da pena decir que aún trabaja sacando arena del río Molino, sigue disfrutando de un baño en el río, de un paseo de olla, compartir un sancocho los domingos,  sembrar plantas y árboles en el sendero ecológico que de a poco ha ido dándole forma juntos a sus hijos y esposa, ya que para él “su familia es lo primordial”, razón por la que la gran mayoría de actividades las realiza en compañía de ella. Es tanto el amor y la unión, que su nieto de seis años Matias Ordoñez con quien comparte una fuerte relación, ha adquirido su idiosincrasia y sus gustos por la comida y la música, a tal punto que alguno de los fines de semana en que abre la discoteca, se visten de igual forma, siendo los anfitriones de la fiesta. Esa que comparte junto a su esposa Blanca Estela Ledezma, sus tres hijas, María Luisa Daniela, Adriana Ivon y Doris Matilde Ordoñez, y su hijo José Manuel Ordoñez, quien según Ovidio, será “el próximo heredero del negocio familiar”, afirmación que comparte José, puesto que su padre “ha sido el pilar fundamental en su vida”, ya que le ha enseñado a “ser persona y profesional” además, le ha compartido el valor del trabajo y la unión familiar, enseñanzas que dan pie para querer continuar con la misión de hacer “feliz a las personas”.

 

Esa es la frase con la que Ovidio resume su propósito en este mundo, por tal razón cada día trata de ofrecer su mejor versión como persona, abriendo las puertas de su casa y negocios, es como un lema de vida, lema que comparte con los que lo rodean, por eso cuando alguien le pide un consejo les dice que “se debe hacer lo que a uno le gusta, siempre con amor y perseverancia y que traten a sus clientes muy bien como lo hace el Compay de New York”

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